Boris Spassky, Ícono del estilo universal

Nelson

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Spassky el Rey

Con doble signo de admiración la página digital Chess Base Española destacó la noticia: El ex Campeón Mundial de Ajedrez Boris Spassky ha sido comentarista de lujo de las partidas de la recién finalizada Final de Maestros del Grand Slam de Ajedrez de Bilbao 2008, ganada brillantemente por el Gran Maestro búlgaro Veselin Topalov. Sin dudas fue un privilegio de alcance general, pues de esta manera los organizadores aportaron mayor distinción al evento, los jugadores pudieron departir con quien es considerado leyenda viva de la caballerosidad ajedrecística, y los aficionados tuvieron un motivo más para asistir diariamente a la Plaza Nueva de Bilbao, sede del torneo.

Spassky comentarista

Al examinar sus aportaciones al juego, se puede afirmar categóricamente que Boris Spassky es el icono del estilo universal. Fue el primer jugador de gran nivel en tener excelentes resultados competitivos utilizando indistintamente aperturas del Peón Rey y el Peón Dama. Aún recordamos dos de sus victorias contra uno de sus principales rivales, el GM Robert “Bobby” Fischer: la primera en Mar del Plata 1960, empleando un sistema abierto como el Gambito del Rey, y la segunda, durante la Copa Piatigorsky de Santa Mónica 1966, con un Peón dama posicional. Estas fueron dos magnificas victorias ante un jugador extraordinario. Veamos una de ellas:

B. Spassky vs R. Fischer / Mar del Plata – 1960

Gambito del Rey – C39

1.e4 e5  2.f4 exf4  3.Cf3 g5 4.h4 g4 5.Ce5 Cf6  6.d4  d6 7.Cd3 Cxe4  8.Axf4 Ag7 9.Cc3 Cxc3 10.bxc3 c5 11.Ae2 cxd4 12.0–0 Cc6 13.Axg4 0–0 14.Axc8 Txc8 15.Dg4 f5  16.Dg3 dxc3  17.Tae1  Rh8 18.Rh1  Tg8  19.Axd6 Af8  20.Ae5+ Cxe5 21.Dxe5+ Tg7 22.Txf5  Dxh4+  23.Rg1 Dg4  24.Tf2 Ae7 25.Te4 Dg5  26.Dd4  Tf8  27.Te5 Td8  28.De4 Dh4  29.Tf4 1-0

Bobby Fischer vs Boris Spassky
La partida más importante de la Olimpiada
Mundial La Habana 1966. Terminó en tablas

En los matches de Candidatos de 1965, Spassky fue capaz de cambiar y adecuar su estilo en dependencia del contrincante. Incluso, ante un mismo rival se transformaba en otro jugador para variar la forma de juego según resultara más incómodo a este. Por ejemplo, frente al agresivo Paul Keres jugaba de manera sólida evitando los riesgos; a E. Gueller lo liquidaba con ataques de mate, y con el combinativo M. Tahl evitaba el combate “cuerpo a cuerpo” hasta llevarlo a la desesperación.

Spassky, ganador de la Copa Piatigorsky 1966, uno de los torneos más fuertes de esa década

Su famoso estilo universal puede ser reflejo de dos circunstancias coyunturales: por una parte, la adaptación a las carencias vividas en una infancia traumatizada por la Segunda Guerra Mundial, donde el hambre y la miseria le tocaron muy de cerca en Leningrado, hoy San Petersburgo, su ciudad natal; mientras que, por otra parte, en su juventud tuvo el influjo de dos entrenadores con opuestos sistemas de enseñanza.

Las penurias de la guerra enseñaron al niño Boris que para sobrevivir había que adaptarse a complejas y muy cambiantes situaciones puntuales; pero, además, su personalidad ajedrecística empezó a formarse inicialmente bajo la influencia del sobrio estilo posicional de su primer entrenador, el Maestro Vladimir Zak, estilo que cambió radicalmente al convertirse en 1952 en pupilo del GM Alexander Tolush, hombre que orientaba su ajedrez hacia una dinámica más agresiva y de un mayor carácter práctico.

Futuro Campeón Mundial

Como resultado final de estos aspectos, que pudiéramos llamar socio-ajedrecísticos, el estilo de Boris Spassky se expandió hacia lo universal, y así consiguió convertirse en un extraordinario ajedrecista, capaz de jugar sus partidas lo mismo a la manera más posicional de J. R. Capablanca, que yendo al otro extremo: la artística y más agresiva de A. Alekhine.

Según L. Pachman, Spassky heredó de su madre una voluntad inflexible, la cual fue luego su principal característica en el Ajedrez. Algo parecido ocurrió con Fischer y Kasparov, dos niños que crecieron sin la figura del padre.

Para 1965, en plena madurez como ajedrecista, Spassky contó con la ayuda de Igor Bondarevsky, un gran estratega y analista, quien en sus sesiones de entrenamiento le hacía trabajar duramente en el medio juego, etapa de la partida donde Boris consiguió ser extraordinario. Bondarevsky finalmente consolidó el estilo y la personalidad ajedrecística de un jugador que podía orientarse y desempeñarse con facilidad en cualquier tipo de posición. Tiempo después, Boris confesaría que haber sido alumno de Bondarevsky fue el paso más acertado de su carrera. “El ha hecho mucho por mí, no sólo a favor de mis conocimientos ajedrecísticos, sino también a favor de mi carácter”.

Pero Boris Spassky representa mucho más para el Ajedrez mundial. A los 10 años derrotó a Mijail Botvinnik en una simultánea en Leningrado; a los 16 fue Maestro Internacional y a los 18 Gran Maestro —logros que hoy, gracias al empleo de la computación, los avances de la teoría y los métodos de enseñanza, pudieran considerarse relativamente normales, pero que vistos a la distancia de 50 años resultan en verdad exclusivos— A lo anterior tendríamos que agregar el hecho de que ha sido uno de los pocos jugadores en conquistar lo mismo el Campeonato Mundial juvenil —en 1955— que el Campeonato Mundial absoluto, en 1969, y que, además, fue Campeón de la URSS en dos ocasiones (1961 y 1973), mientras en otras dos perdió ese importante título en el desempate.

Spassky niño vs M. Botvinnik, Campeón Mundial

Entre sus extraordinarios méritos, también destaca haber sido siete veces candidato a la corona mundial, la primera con sólo 19 años; pero no tuvo éxito en ese primer “asalto”, ya que en el torneo de pretendientes de Ámsterdam 1956 sólo pudo empatar en los puestos del tercero al séptimo. Sin embargo, haber llegado hasta ahí era un logro más que notable para un chico de esa edad, sobre todo porque apenas fue superado en dos partidas de las dieciocho que disputó en ese fortísimo torneo.

Spassky vs Tal, Campeonato URSS 1958
Dos futuros Campeones Mundiales

Para llegar a Campeón del mundo, debió ganar dos ciclos consecutivos del Torneo de Candidatos. En su primera presentación, en 1965, derrotó a Paul Keres 6 x 4; a Efim Gueller 5.5 x 2.5, y a Mijail Tahl 7 x 4; y aunque en 1966 perdió con el Campeón Tigran Petrosian por la mínima diferencia 11.5 x 12.5, consiguió el título mundial al derrotarlo en 1969 con tanteador de 12.5 x 10.5. Anteriormente, en los matches de la candidatura, había vencido con amplitud a E. Gueller, Bent Larsen y Víctor Korchnoi.

B. Spassky 10mo Campeón Mundial 1969-1972

Boris Spassky fue sin dudas el mejor jugador del mundo entre 1965 y 1970, época dorada del Ajedrez mundial, debido a la pléyade de excelentes jugadores soviéticos y de países occidentales que entonces brillaba en el Olimpo Ajedrecístico.Durante ese período resultó triunfador en varios importantes torneos internacionales.  En 1965 ganó el Memorial Mijail Chigorin, en Sochi, con 10.5 de 15 posibles, empatado con W. Unzicker, y el torneo de Hastings con 7.5 de 9, empatado con W. Uhlmann. En 1966, tras perder reñidamente el match con T. Petrosian, ganó en solitario la Copa Piatigorsky en Santa Mónica, con 11.5 de 18, medio punto por delante de Fischer; y, en 1967, los torneos de Wijk aan Zee con 11 de 15, y de Sochi con 10 de 15, este último empatado con otros cuatro jugadores.

B. Spassky vs. J. H. Donner, 1974

Durante ese período resultó triunfador en varios importantes torneos internacionales.  En 1965 ganó el Memorial Mijail Chigorin, en Sochi, con 10.5 de 15 posibles, empatado con W. Unzicker, y el torneo de Hastings con 7.5 de 9, empatado con W. Uhlmann. En 1966, tras perder reñidamente el match con T. Petrosian, ganó en solitario la Copa Piatigorsky en Santa Mónica, con 11.5 de 18, medio punto por delante de Fischer; y, en 1967, los torneos de Wijk aan Zee con 11 de 15, y de Sochi con 10 de 15, este último empatado con otros cuatro jugadores.

Durante los tres años en que reinó como Campeón Mundial, continuó cosechando importantes éxitos. Ocupó el primer lugar en San Juan 1969 con 11.5 puntos de 15 posible; Leiden 1970 con 7 de 12; Ámsterdam 1970 con 11.5 de 15, empatado con L. Polugaevsky; y el Open de Vancouver en 1971, empatado con Hans Ree. En el torneo de Goteborg 1971 cedió ante V. Hort y U. Andersson, pero con un alto performance de 8 puntos en 11 partidas.

A todos estos logros habría que agregarle que, en 1970, fue el primer tablero del equipo de la URSS en el famoso Match del Siglo contra el equipo Resto del Mundo, y allí le ganó a B. Larsen una partida que muchos llamaron la Partida del Siglo.

B. Larsen vs B.Spassky

URSS-Resto del Mundo, Belgrado (2), 31.03.1970.

Apertura Larsen – A01

1.b3 e5 2.Ab2 Cc6 3.c4 Cf6 4.Cf3?! e4 5.Cd4 Ac5 6.Cxc6 dxc6 7.e3 Af5 8.Dc2 De7 9.Ae2 0–0–0 10.f4? Cg4!  11.g3 h5! 12.h3 h4!! 13.hxg4 hxg3 14.Tg1 Th1!! 15.Txh1 g2 16.Tf1 Dh4+ 17.Rd1 gxf1D+  0–1

También es importante destacar que Spassky ha contribuido notablemente a la Teoría de las Aperturas, un aspecto que medianamente se menciona en los diferentes trabajos que sobre él hemos consultado últimamente. Muy valiosos son sus aportes al Gambito del Rey —sus resultados con este gambito son excelentes contra Grandes Maestros de nivel, e, incluso, hasta lo empleó contra A. Karpov en una serie de exhibición, partida que terminó ganando.

A finales de los años 60, revalorizó la Variante Cerrada contra la Defensa Siciliana, con la que obtuvo brillantes victorias en los matches de Candidatos contra E. Gueller y B. Larsen en 1968. Esto mismo ocurrió con la Defensa Tarrasch, la cual le debe valiosas ideas, y constituyó un arma importante en su victoria contra T. Petrosian en 1969. Hizo aportes en los esquemas de la variante Leningrado (4.Ag5) en la Defensa Nimzoindia; fue “defensor a ultranza” del Ataque Marshall de la Española, el cual jugó con éxito en diferentes oportunidades; mientras, es menos conocido que una rara línea del Ataque Indio del Rey (1.Cf3 Cf6 2.g3 b5!?), ha sido bautizada con su nombre. Por último, y si recordamos su victoria contra R. Fischer en la oncena partida del match del 72, podemos afirmar que hizo contribuciones a la variante del peón envenenado de la Defensa Siciliana.

B. Spassky  R. Fischer Campeonato del mundo, Reykiavik 1972 (11)Defensa Siciliana, Var. Najdorf, Peón envenenado – B97

1.e4 c5 2.Cf3 d6 3.d4 cd 4.Cd4 Cf6 5.Cc3 a6 6.Ag5 e6 7.f4 Db6 8.Dd2 Db2 9.Cb3 Da3 10.Af6 gf 11.Ae2 h5 12.0-0 Cc6 13.Rh1 Ad7 14.Cb1 Db4 15.De3 d5 16.ed Ce7 17.c4 Cf5 18.Dd3 h4 19.Ag4 Cd6 20.C1d2 f5 21.a3 Db6 22.c5 Db5 23.Dc3 fg 24.a4 h3 24.ab hg 25.Rg2 Th3 26.Df6 Cf5 27.c6 Ac8 28.de fe 29.Tfe1 Ae7 30.Te6  1-0

Conjuntamente con Bobby Fischer, Boris Spassky fue actor principal en el llamado Match del Siglo por el Campeonato del Mundo celebrado en Reykiavik, Islandia, en 1972. Mucho se ha escrito al respecto, y todavía se conjetura bastante sobre las causas que motivaron el pobre desempeño del Gran Maestro soviético. Lo cierto, sin embargo, es que Spassky no solo fue derrotado por la brillantez del genial ajedrecista norteamericano, sino también por las oscuridades de ciertos estrategas políticos.

Spassky vs Fischer, Islandia 1972


 

El match, su resultado, y la actuación de los dos jugadores, se deben enmarcan dentro del entorno de la Guerra Fría: una etapa reciente de la historia universal en la que dos superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, se enfrascaron en una batalla por el control ideológico del mundo.

El objetivo de cada potencia era ampliar cada vez más sus zonas de influencia sobre todo en Europa, que a la sazón se hallaba dividida en países comunistas y capitalistas, sin descartar influencias en las emergentes naciones de Asia, África, el Oriente Próximo y Latinoamérica. Los hitos de esa contienda son harto conocidos: la lucha por la supremacía nuclear, la conquista del cosmos, la carrera armamentista… Sin embargo, y por raro que hoy parezca, en su momento también el Ajedrez estuvo en la órbita táctica de ambos bloques rivales. El hecho ocurrió cuando el carismático ajedrecista norteamericano, Robert James Fischer, amenazaba terminar con la supremacía soviética en el Ajedrez. En efecto, desde 1948 a esa fecha todos los Campeones mundiales habían sido soviéticos: Mijail Botvinnik, Vasili Smyslov, Mijail Tahl, Tigran Petrosian y Boris Spassky. Entonces, el enfrentamiento fue presentado a los ojos del mundo como una batalla más de la ya larga disputa.

De pronto el match Fischer-Spassky de 1972 se equiparaba en entusiasmo político a otros de triste recordación para la humanidad: la Guerra de Corea, la Crisis de los Cohetes en Cuba, la Invasión a Checoslovaquia… Y también ambas potencias estaban necesitadas de dotar de una cara más humana a sus respectivas luchas, al tiempo de precisar una cortina de humo que enmascarara sus más recientes descalabros: en el caso de los norteamericanos, la guerra de Vietnam; en el de los soviéticos, la repentina disidencia de China.

Spassky vs Fischer, match 1972

En esa enrarecida situación sociopolítica internacional se presenta Spassky en Islandia a defender el título mundial ante Fischer, un adversario con quien tenía una ventaja en el record personal de 3 victorias por 0. Sin embargo, a Reykiavik no llegó el Campeón Spassky, sino en su lugar un “robot llamado Boris”, ya que desde meses antes del encuentro se desgastaba hasta el agotamiento nervioso con las absurdas condiciones que las autoridades deportivas soviéticas constantemente trataban de imponerle. Por ejemplo, se le impuso con quién debía preparase, quiénes tenían que acompañarlo a Islandia, cuándo tenía que partir y cuándo regresar; e incluso, ni la decisión personal de si su esposa debía acompañarle le pertenecía.

La subordinación casi obligatoria a disposiciones consideradas de interés político, pero que se oponían al sentido común de la preparación deportiva, lo debilitaron psicológicamente, al grado de que, desde antes del encuentro, ya estaba anímicamente afectado. Por otra parte, el método de preparación de su entrenador, el GM Efim Gueller, también generó conflictos entre ambos, lo cual incrementó aún más el malestar que ya de por sí sentía. Desanimado, no podía hallarse a sí mismo durante la competencia, por esa causa no fue el verdadero Spassky quien jugó en Islandia.

Los dos rivales del match estaban en situaciones muy diferentes. Como ya vimos, Spassky era constantemente sometido a una extraordinaria presión generada en lo fundamental por expectativas políticas de su gobierno; y si bien, en lo personal deseaba competir y tenía absoluta confianza en la victoria; todo el tiempo a su alrededor había personas pretendiendo imponerle lo que debía hacer. Del otro lado, en cambio, estaba Bobby: todo genio y figura, rodeado de un equipo que se le subordinaba incondicionalmente, y que, en consecuencia, se limitaban a hacer con eficacia lo que él solicitaba.

Para aumentar tensiones, Fischer no asistió a la ceremonia de inauguración, y luego tampoco se presentó a jugar la segunda partida; un punto que Spassky ganó de gratis, pero que en lo emocional resultó muy costoso. Además, para alguien como Spassky, que por encima de cualquier consideración política siempre ha colocado la amistad, debió resultar particularmente desagradable el hecho de que lo forzaran a ver en Fischer no a un contrincante deportivo, sino a alguien que debería odiar. “Mis asistentes intentaron convencerme de que tanto Fischer como su entorno eran mis enemigos, y yo no podía aceptar eso”.

Ante tantos dilemas, cómo se puede sentir deseos de jugar al Ajedrez. Lo más sensato hubiera sido retirarse y regresar a casa. Sin embargo, Boris prefirió continuar el match por iniciativa propia, aunque probablemente la decisión estuvo condicionada por indicaciones de las autoridades soviéticas, la cuales, ya con aquella “guerra” dos “batallas” por cero, estarían ciegamente convencidas de que su “combatiente” derrotaría sin remedio al representante de la “falange” rival.  El resultado, sin embargo, ya es conocido por todos: Spassky fue derrotado 8.5 x 12.5, y Fischer se convirtió en el nuevo Campeón del Mundo.

La derrota ante el norteamericano no sólo le hizo perder el título mundial, sino el trato de favor que recibía en su país.  Quedó estigmatizado, y durante mucho tiempo fue objeto de diversas críticas de las autoridades soviéticas. Le reprochaban, sobre todo, que su derrota hubiera ocurrido por falta de una preparación adecuada: demanda que a los ojos de hoy pudiera parecer justa; pero que entonces significaba —un tanto más allá del terreno moral— casi una traición a la patria. Estos cuestionamientos, como es lógico suponer, provocaron otra espiral de desavenencias con la cúpula gobernante.

Sin embargo, a pocos meses de perder el match con Fischer, y dando muestras de asombrosa recuperación física y psicológica, Spassky ganó brillantemente el Campeonato de la URSS de 1973, con un punto de ventaja sobre los Grandes Maestros A. Karpov, T. Petrosian, L. Polugaevsky, V. Korchnoi y G. Kuzmin, que terminaron empatados en el segundo lugar. En ese fortísimo evento, también participaron los ex Campeones Mundiales M. Tahl y V. Smyslov entre otros destacados Maestros, lo cual hizo de este campeonato uno de los más relevantes de todos los tiempos. Triunfar en él representó una suerte de liberación de la personalidad —anulada desde antes de los sucesos de Reykiavik—, y también la prueba de que Boris volvía a ser Spassky. Tiempo después, habría de confesar: “Desde que gané el campeonato del mundo, pasé los peores años de mi vida; pero una vez que perdí el título mundial ante Fischer tuve un sentimiento como de alivio, porque a partir de ese momento quien tenía que llevar la carga era él y no yo”.

Campeonato de la URSS 1973 – Gran triunfo de Spassky

Campeonato URSS 1973

Contrario a lo que muchos opinan, Spassky demostró que, tras ceder la Corona Mundial ante Fischer, por varios años siguió siendo uno de los estelares del ajedrez. Muestra de ello fue que volvió a participar en dos torneos de Candidatos al título mundial. En 1974, y antes de perder con Anatoly Karpov, la nueva estrella soviética, consiguió derrotar en el primer match al norteamericano Robert Byrne.

Fue Anatoly Karpov el rival más difícil que tuvo Spassky en su extraordinaria carrera; de él, tras la derrota antes mencionada, manifestó que a pesar de sentirse en excelente forma, sintió que Karpov había desplegado un enorme poderío y una extraordinaria profundidad en sus concepciones. Afirmó sentir más poderoso al Karpov de 1974 que al Bobby Fischer de 1972.

Tres años después, en el siguiente ciclo por el título mundial, derrotó a V. Hort (8.5-7.5) y a L. Portisch (8.5-6.5). En la final del Torneo de Candidatos le esperaba V. Korchnoi, quien había abandonado la URSS para jugar bajo la bandera suiza y era considerado un disidente. Por tal motivo, y dadas las profundas motivaciones políticas que generaba, aquel match volvió a ser acogido como razón de estado, y aunque Spassky jugó un excelente ajedrez, terminó perdiendo 10.5 por 7.5. Tanto como en 1972, cuando fue derrotado por Fischer, las autoridades soviéticas volvieron a volcar sus duras críticas sobre Boris, pero entonces éste no soportó nuevos reproches, y abandonó la Unión Soviética para instalarse en Francia: “Mi mujer, Marina, me sacó de todo ese mundo; me raptó y me llevó a Francia”.  La Sra. Marina Sherbatcheva, con quien se había casado en 1975, era ciudadana francesa descendiente de rusos, y en aquellos tiempos trabajaba en la Embajada de Francia en la URSS.

Las relaciones de Spassky con la Federación Soviética de Ajedrez, se rompieron definitivamente en 1982, durante la disputa del torneo Interzonal de Toluca, México (8/13), donde finalmente ocupó el tercer puesto, a medio punto del GM húngaro L. Portisch y del GM filipino E. Torre, quienes conquistaron el pase a los cuartos de final del torneo de Candidatos. Se afirma que, en Toluca, Spassky careció de la asistencia técnica que tuvieron otros ajedrecistas soviéticos participantes del mismo certamen. Se recuerda, además, de que pese a su privilegiada posición en el ranking mundial, Spassky no fue designado para integrar los equipos soviéticos en diversas competiciones internacionales.

Ya para agosto de 1984, en el Open Lloyd’s Bank de Londres, Spassky disputó su primera partida bajo bandera francesa: torneo en el que finalmente alcanzó el primer lugar (7/9), empatado con los Grandes Maestros ingleses J. Nunn y M. Chandler. Posteriormente defendió el primer tablero del equipo francés en tres Olimpíadas Mundiales: 1984, 1986 y 1988 (+9 – 1 = 31), y en el Campeonato mundial por equipos de Lucerna-85 (+3 -1 =5).

Antes, entre los años 1962 y 1978, con el equipo soviético había participado en siete Olimpíadas mundiales, con un estupendo resultado de +45 -1 =48, incluyendo varias medallas de oro por equipos y por mejor tablero.

Olimpíada Mundial Dubai 1986
URSS vs Francia

Entre los éxitos de Spassky, tras perder el título mundial en 1972, se incluyen sus victorias en el fuerte Torneo de Bugojno-78 (10/15); Montilla-Moriles-78 (6.5/9); Linares-83 (6.5/10), por delante del Campeón Mundial Anatoly Karpov; Reykiavik-85 (10.5/13); y Wellington-88, empatado con M. Chandler y E. Gufeld. En la década del 90 se retiró de la práctica magistral, no sin antes volver a enfrentarse a Bobby Fischer en 1992, cuando se organizó un match en Belgrado para conmemorar el Vigésimo Aniversario del Match del Siglo. En este encuentro, que constituyó el retorno de Bobby Fischer tras 20 años de ausencia, Spassky perdió 12.5 x 17.5.

Desde entonces, han sido esporádicas las apariciones de Boris Vasilievich Spassky en el escenario ajedrecístico: un hombre que con total justicia pudiera ser llamado el Gran Maestro del Siglo. Veamos, en 1970 fue el primer tablero del Equipo del Siglo en el llamado Match del Siglo que enfrentó a la URSS contra el Resto del Mundo (En el equipo soviético, además de él, alineaban otros cuatro campeones mundiales: M. Botvinnik, V. Smyslov, M. Tahl y T. Petrosian) Allí ganó, frente al GM danés Bent Larsen, la que muchos dan en llamar la Partida del Siglo. Por último, en 1972, fue protagonista del Match del Siglo por el Campeonato Mundial frente al GM norteamericano Robert James Fischer.

Yugoslavia 1992

Lamentablemente, los desleales afanes de las autoridades soviéticas por presentar como el fracaso de un simple hombre la derrota en aquel campeonato ¿ajuste de cuentas o esfuerzo por eclipsar las expectativas políticas antes generadas?, hicieron mella en la popularidad de Spassky.  A esto último habría que agregar el “pecado” de que Boris nunca fue dado a buscar notoriedad mediante comportamientos extravagantes, opiniones polémicas y otras lentejuelas extra-deportivas; amén de su proverbial juego limpio y su extraordinaria modestia.

Victor Korchnoi y Boris Spassky
Dos estrellas disidentes de la URSS

Como otro hecho particularmente notable de su biografía, recordamos la carta que dirigió al Presidente norteamericano, Sr. George W. Bush, a raíz de la detención de Robert Fischer en Japón en el año 2004, y que es un monumento a la amistad y la solidaridad entre ajedrecistas rivales dentro del salón; pero siempre amigos fuera del tablero: Veamos la carta:

Señor Presidente, En 1972 Bobby se convirtió en héroe nacional. Me vapuleó en el match de Reykiavik. La hegemonía soviética en ajedrez se colapsó. Un hombre contra todo un ejército. Poco después Fischer dejó de jugar. Repitió la triste historia de Paul Morphy. A los 21 años de edad, el legendario Paul había batido a los principales maestros europeos y se convirtió en el campeón extraoficial. Dejó de jugar y finalizó su trágica vida a la edad de 47 en New Orleáns en 1884.

En 1992, veinte años después de Reykiavik, hubo un milagro. Bobby resucitó y jugamos un match en Yugoslavia. Pero en aquel entonces había sanciones contra Yugoslavia; se prohibía a los ciudadanos estadounidenses cualquier clase de actividad en el territorio de Yugoslavia.

Bobby violó las instrucciones del Departamento de Estado. Fue objeto de un pedido de arresto expedido el 15 de diciembre de 1992 por la Corte de Distrito de los EEUU. En cuanto a mí, como ciudadano francés desde 1978, no recibí ninguna sanción de mi gobierno. Desde el 13 de julio de 2004, Bobby ha estado detenido en el aeropuerto de Narita por infracciones inmigratorias.

Los hechos subsiguientes han sido descritos por los medios. Esta claro que la ley es la ley. Pero el caso de Fischer no es común. Soy un viejo amigo de Bobby desde 1960 cuando jugamos en Mar del Plata y compartimos los dos primeros puestos. Bobby es de una personalidad trágica. Lo comprendí en aquel entonces. El es un hombre honesto y de buena naturaleza. Absolutamente no social. No es adaptable a los estándares de vida de todo el mundo. Tiene un muy alto sentido de la justicia y no está dispuesto a aceptar compromisos ni con su propia conciencia ni con la gente a su alrededor. Es una persona que hace casi todo contra sí mismo. No me gustaría defender ni justificar a Bobby Fischer. El es quien es. Solamente pido una cosa. Y es merced, caridad. Si por alguna razón eso es imposible, me gustaría solicitarle a Ud. lo siguiente: Por favor corrija el error del presidente François Mitterrand en 1992. Bobby y yo cometimos el mismo crimen. Aplique sanciones también contra mí. Arrésteme. Y póngame en la misma celda de Bobby Fischer. Y proporciónenos un tablero de ajedrez.

Boris Spassky, 10º Campeón del mundo de ajedrez (agosto 7 de 2004)

B. Spassky y V. Anand,
dos extraclases del Ajedrez

En la actualidad el mundo del Juego Ciencia goza por tener entre sus mejores representantes a Boris Vasilievich, persona que nació para enriquecer la Historia del Ajedrez y que, a pesar de haber tropezado desde su infancia con numerosos obstáculos para su desarrollo, no sólo logró llegar a Campeón Mundial, sino que constituye  un ejemplo de verdadero ajedrecista,  reconocido por su extraordinario talento para afrontar cualquier tipo de situación en el tablero, y admirado por su deportivismo y caballerosidad dentro y fuera del salón de juego.

Ante la tumba de Tigran Petrosian

De lo más reciente, un momento difícil ocurrió en octubre de 2006, al sufrir un derrame cerebral mientras impartía una conferencia en San Francisco, California. Sin embargo, su recuperación fue sorprendente, y ya en abril de 2007 celebró una serie de seis partidas rápidas con el GM húngaro Lajos Portisch.

Spassky vs Portisch

Como colofón de este trabajo, brindamos una partida de ese evento conocido como Match de las Leyendas del Ajedrez. Fue jugada a un ritmo de 20 minutos más 5 segundos adicionales por cada movimiento, y resulta muy interesante la manera en que Spassky valoriza una mínima ventaja en el final. Sin dudas, fue esta una excelente partida de principio a fin —como simbólico paralelo de su carrera ajedrecística— y también un gran final que se extendió hasta la jugada 66: justo como los años de práctica ajedrecística de la leyenda viva que es el Gran Maestro Boris Vasilievich Spassky.

B. Spassky vs L. Portisch / Heviz, Hungría
Match de Leyendas del Ajedrez (1) 13.04.2007

Apertura Española – C67

1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ab5 Cf6 4.0-0 Cxe4 5.d4 Cd6 6.Axc6 dxc6 7.dxe5 Cf5 8.Dxd8+ Rxd8 9.Cc3 Ce7 10.Af4 Cg6 11.Ag3 Re8 12.Tad1 Ag4 13.Td3 h5 14.h3 Axf3 15.Txf3 Td8 16.Td1 Txd1+ 17.Cxd1 h4 18.Ah2 Th5 19.Te3 Ac5 20.Te4 Rd7 21.b4 Ae7 22.Ce3 Cf8 23.Rf1 Ce6 24.Re2 g6 25.c3 Th8 26.Cg4 Cg7 27.e6+ Cxe6 28.Ce5+ Re8 29.Cxg6 fxg6 30.Txe6 Rf7 31.Te4 Ad6 32.Af4 Th5 33.Ae3 a5 34.a3 axb4 35.axb4 c5 36.b5 b6 37.c4 Th8 38.Ag5 Ta8 39.Axh4 Ta2+ 40.Rf3 Ta3+ 41.Rg4 Ta2 42.Ag3 Td2 43.h4 Rf6 44.Rf3 Td3+ 45.Re2 Tc3 46.Af4 Rf5 47.f3 Tc2+ 48.Ad2 Ag3 49.Tg4 Ae5 50.Rd3 Ta2 51.h5 gxh5 52.Tg5+ Re6 53.Txh5 Ag3 54.Th3 Ae5 55.g4 Ta1 56.Th6+ Rf7 57.f4 Ad6 58.Re4 Td1 59.Ae3 Ta1 60.f5 Ta4 61.Rd5 Ta3 62.Te6 Td3+ 63.Rc6 Tc3 64.g5 Txc4 65.g6+ Rg8 66.Ah6 1-0

MI Nelson Pinal Borges / Rep. Dominicana

Antonio Rodríguez Salvador / Cuba

Septiembre de 2008

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