EL ORIGINAL BENT LARSEN 1935-2010

Nelson

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EL PLACER DE
OBSERVAR COLIBRÍES
 
 «El Ajedrez es una hermosa amante a la que volvemos una y otra vez, sin que nos importe las muchas veces que nos rechaza» -GM Bent Larsen, Dinamarca-

Por el Profesor Universidad del Atlántico, Colombia.

Hoy, a comienzos del siglo XXI, podemos mirar en retrospectiva lo que fue la segunda mitad del siglo XX en el Ajedrez mundial. En este balance, sin duda, han de ser los Campeones mundiales, desde Botvinnik hasta Kasparov los actores principales de la historia, pero, como en todas las épocas, siempre encontraremos algunos jugadores muy notables que, sin haber sido poseedores del título mundial, hicieron contribuciones especiales al sistemático juego. Muchas veces su legado ha sido tan valioso como el de los honrados con la máxima distinción competitiva del Ajedrez orbital. A manera de ejemplo, vale recordar, para la primera mitad del siglo XX, los casos de Rubinstein y Nimzovich, contemporáneos de Lasker, Capablanca y Alekhine.
GM Bent Larsen – Dinamarca, un clásico del Ajedrez
Pero para nuestra aproximación histórica a la segunda mitad del siglo XX tenemos los singulares casos de David Bronsteiny Bent Larsen, contemporáneos de Botvinnik, Tal o Petrosian, quienessin haber integrado la élite de los Campeones mundiales, hicieron aportes extraordinarios para la evolución teórico-práctica del juego, por la riqueza de ideas consignada en sus análisis y desplegada en sus inigualables partidas.
Los colibríes son pájaros muy singulares por su originalísimo vuelo. Quizá por ello, Bent Larsen, el gran maestro danés, escogió el título «Hay colibríes en mi jardín», para la continuación de su autobiografía ajedrecística. Él se constituye en un caso muy especial para estudiarlo en sus partidas y en los aportes que ha hecho al ajedrez. Reconocido seguidor del pensamiento anti dogmático de Nimzovich, el gran maestro escandinavo elaboró un estilo personal que hoy ya podemos considerar entre los Clásicos. Un estilo que, como David Bronstein, adquiere hoy gran importancia frente a un mundo ajedrecístico dominado por la fría objetividad de la tecnología ajedrecística convertida en inmensas bases de datos de híbrida información computarizada. Este mundo de la informática ha reducido la creatividad a su más mínima expresión y cada vez, son menos las partidas originales ante la rutinaria aplicación de la técnica sistemáticamente codificada.
Larsen vs Botvinnik, Olimpíada Mundial 1956
Definiciones sobre el estilo ajedrecístico
Bent Larsen y su estilo de jugar (así como también D. Bronstein) se constituyen en una alternativa para recuperar el lado artístico del juego. Pero ya que hablamos de estilo, recordemos lo que dice el ex-campeón mundial Max Euwe sobre lo que es el estilo personal en Ajedrez: «cada ajedrecista -en verdad, cada ser humano- tiene cualidades y aptitudes que le son propias, y que además son tema de fluctuaciones cuantitativas.
Cuando un jugador tiene que elegir entre continuaciones que, son igualmente buenas, ha de examinar cual es la que mejor se acomoda a lo suyo. Examinar estas líneas de juego, significa estudiarse a sí mismo; El estilo no se aprende de los libros.» Este párrafo de uno de los más grandes didactas del Ajedrez en el siglo XX. Es un excelente punto de referencia para estudiar las características principales del estilo ajedrecístico del GM danés excelente referencia nos la proporciona el gran maestro norteamericano Reuben Fine, quien en sus refinados escritos nos legó lo siguiente: «para cualquiera que examine partidas magistrales, aún de manera superficial, le será obvio que cada gran maestro juega de una manera que le es propia. Algunos se revelan en la Apertura, otros se despliegan en el Medio juego, un tercer grupo se sienten más a gusto en los Finales, otros gustan sólo del ataque, aquellos de la defensa, para no mencionar miles de características más sutiles.»
Reconocido por su originalidad y creatividad, Larsen hizo importantes aportes al Ajedrez
De repertorio amplio e imprevisible
Para nuestro caso, Bent Larsen, coterráneo de Niels Bohr y Soren Kierkegaard, en su contribución al pensamiento ajedrecístico de la segunda mitad del siglo XX, prefiere en la Apertura con las piezas blancas los fianchetto, tanto de flanco de dama (1.b3) como el de flanco rey (1.g3). Es sabido que la primera jugada blanca b3 tomó su nombre y se conoce hoy como apertura Larsen. Con ella ha cosechado innumerables triunfos utilizándola preferentemente contra los maestros promedio. En cuanto a 1.g3, hay que decir que la empleó mucho más contra jugadores de la élite, llegando a transposiciones en las que se conduce como pez en el agua, muchas veces alcanzando esquemas de defensa y apertura con los colores invertidos en dondeel ojo sutil del escandinavo sabe ver muy bien diferencias que pasarían inadvertidas para el maestro promedio. De este modo, ha vencido a jugadores de la talla de Víctor Korchnoi, Efim Geller, Svetozar Gligoric, Oscar Panno, Borislav Ivkov, Ulf Andersson, Wolfgang Uhlmann, Zoltan Ribli, etc.
Larsen junto a Tal, Lautier, Aand, Korchnoi,Kasparov, Bessel Kok, Timman y Spasski
Con blancas, su amplio repertorio incluye también las movidas 1.f4, 1.c4, 1.d4, 1.e4, 1.Cf3, y 1.b4 entre otras. Por ello, en el cénit de su carrera, resultaba problemático preparar una partida contra él, ya que como escribió alguna vez, su estilo en la apertura se caracterizó por acentuar fuertemente el factor sorpresa. El gran maestro argentino Miguel Ángel Quinteros escribió al respecto lo siguiente: «jugar con Larsen es una de las mejores cosas que le puede suceder a un ajedrecista. Ello implica una aventura.
Pero porque sobre todo, quien triunfará será el Juego Ciencia. La preparación teórica frente a él es una tarea ardua, pues seguramente es el GM que posee el más amplio repertorio de Aperturas. Por eso la batalla contra él debe comenzar en el momento en que se le estrecha la mano, un segundo antes de comenzar la partida».
Como sugerencia, repasemos que con 1.f4 derrotó a Tigran Petrosian en  Portoroz, 1958, y a Boris Spassky en Ámsterdam, 1964. En este último evento citado, recordemos lo que dijo el MI español F.J. Pérez luego del éxito del GM vikingo (primer lugar empatado con Smyslov, Tal y Spassky): «En su preparación para jugar este torneo, los demás participantes hemos estudiado las últimas innovaciones de Boleslavsky y Geller, pero Larsen ha estudiado al Greco y Filidor.»
Con 1.b4 podemos observar su partida contra el GM Walter Browne en 1974, en la cual nos muestra un excelente manejo de esta Apertura de flanco que lo conduce a un Medio juego instructivo, finalizando con un mate semiforzado de torre, caballo y alfil contra la inerme dama negra. Sus experimentos en la Apertura lo han hecho jugar esquemas que como jugador de contraataque le permiten jugar con soltura estructuras de defensa en primera mano. Véase también como ejemplo de lo anterior su partida del torneo memorial Nimzovich, 1960 contra Efim Geller, en donde transpone a una Indobenoni con blancas. El mismo Larsen  consideró esta partida como una de sus mejores producciones.
Contra Gueller jugando una Benoni con Blancas
Su fuerza con piezas negras
Su solvencia para jugar con las piezas negras le permitió convertirse en el único GM no ruso que pudo vencer en más de una ocasión a todos los campeones mundiales desde Botvinnik (pasando por Smyslov, Petrosian, Tal, Spassky y Fischer) hasta Karpov, conduciendo el bando negro. Con él, su repertorio es por supuesto de lo más variado. Contra 1.e4, responde con toda una gama de opciones que van de desde las sicilianas (Dragón Najdorf y Pelikan), pasando por la Owen, Caro-Kan, Nimzovitch, Pirc, Escandinava, Alekhine, hasta las diversas variaciones del Ruy López (variante abierta, Cozio, etc.).
Contra el 1.d4 no es menor su variedad. Pues incluye en su repertorio un abanico de opciones indias como la Nimzoindia, heredada de su maestro ruso-escandinavo Nimzovitch, la India de Rey, la India de Dama, la Bogoindia, la Indobenoni, la Benoni, etc. Por supuesto, también encontramos ejemplos de doble peón dama, como en su victoria contra Najdorf en la Olimpíada de La Habana, 1966. La Holandesa no podía faltar en un jugador que acostumbró a abrir muchas de sus partidas con 1.f4. Un ejemplo de Holandesa muy curioso es su partida contra el GM español Arturo Pomar en el campeonato por equipos de España, 1975.
En síntesis, podemos decir que Larsen, haciendo gala de un enorme conocimiento de Aperturas y Defensas enfatizó el factor sorpresa y enriqueció el repertorio de diversas Aperturas con nuevas ideas, con el fin de proponer una lucha ajedrecística por fuera de los cauces tradicionales, ya para ese entonces convertidos en rutina.
Fischer y Larsen en 1970
En el Medio juego, Robert Fischer, por ejemplo, en aras de un cálculo preciso, se caracterizó por eliminar pronto un par de piezas menores, así como también se especializó en conducir un medio juego sin damas. A diferencia de Fischer, Larsen elaboró frecuentemente ataques de flanco, los cuales no conducen a rápidas simplificaciones. Ya hemos dicho que el escandinavo desarrolló una extraordinaria habilidad para jugar transposiciones y llegar además a esquemas posicionales con los colores invertidos. Otros ejemplos de ello los encontramos en sus partidas contra Suetin, Van der Berg, etc., donde jugó con blancas estructuras de defensa utilizadas con negras, logrando manejar magistralmente la sutil diferencia del tiempo de ventaja.
Originalidad
Esto último nos hace recordar lo que afirmaba M. Botvinnik hacia mediados de los años sesenta: «en nuestro tiempo, sólo podemos obtener éxitos fuera de lo común, si dominamos el arte de crear situaciones originales.» Esto fue precisamente uno de los puntos fuertes en el estilo de Larsen. Ejemplos ilustrativos de su pensamiento los encontramos en múltiples partidas, de las cuales queremos destacar por la importancia que tiene para la historia del Ajedrez en la segunda mitad del siglo XX su triunfo con piezas negras contra Fischer en Santa Mónica, 1966, en donde la pareja de Alfiles blancos no pudo contra la pareja de Caballos que acaudillaba la Dama negra. Allí Larsen, mostrando su faceta nimzovichiana tomó partido por los Caballos que, combinados con la Dama, produjeron esas posiciones peligrosas de las que hablaba Capablanca.
Un ejemplo adicional de esto último lo podemos ver en su partida contra F. Olafsson en Dundee, 1967.
Fischer vs Larsen, Santa Mónica 1966. Los Caballos del danés vencieron a los Alfiles del norteamericano
Pero volviendo a Santa Mónica, 1966, en su partida con piezas negras contra el entonces Campeón mundial Tigran Petrosian, obtenemos su análisis concreto de la posición en la jugada 28: «la superioridad del negro puede describirse de varias maneras: más espacio, mejor estructura de peones, piezas más activas, muy importante, el Alfil dama blanco es malo, y ya no podrá obtener ningún papel destacado; de hecho, se haya reducido a la pasividad hasta el fin de la partida. En relación con el centro estático de peones, el Alfil dama negro, también es malo, pero si se atiene a sus posibilidades a lo largo de la diagonal a6-f1, es difícil calificarlo así.» Vemos aquí en este análisis un tema recurrente en el modo ajedrecístico de pensar el vikingo, y es acerca de los Alfiles «buenos» y los Alfiles «malos». Para ampliar este punto, podríamos citar un par de partidas suyas jugadas en el IZT Leningrado, 1973, enfrentando a los GMs Uhlmann y Smejkal. Sus comentarios nos enseñan que en ocasiones, el Alfil «malo» no es tan malo, y el Alfil «bueno» no es tan bueno, como se cree dogmáticamente para algunos esquemas de la Defensa Holandesa.
Una muestra más de su original juego práctico y de su pensamiento anti dogmático lo hallamos en su  partida contra el GM Quinteros, en Orense, 1975. Aquí, durante las primeras quince movidas, sólo tres piezas blancas se colocan en juego: un Caballo en c3, la Dama en d2, y un Alfil en e3. El resto de las primeras quince movidas (doce en total), o el 80% de las movidas de Apertura son de peones, y Ninguno de ellos está en su casilla de salida! Todo ello fundamentado en una estrategia de restricción que resulta de lo más apropiada a la posición. (Ver siguiente diagrama)
Creatividad – 11 movimientos de Peones y sólo tres piezas desarrolladas
Una definición de Tigran Petrosian
Para cerrar por ahora esta aproximación al gran autodidacta danés, vale recordar la propuesta que nos legó T. Petrosian sobre lo que es el jugador de talento.
En resumen, el ex Campeón mundial diferenció entre el jugador fuerte de nivel magistral, quien, por supuesto, conoce los fundamentos posicionales, domina las reglas estratégicas básicas, así como también posee su propio repertorio de Aperturas y está al tanto de la técnica general en los Finales, mientras el jugador el de talento también conoce todos estos elementos y los domina, pero se empeña en buscar las excepciones de las reglas, realizando análisis nuevos, muchas veces contrariando la tradición consignada en los libros. La frase «vino nuevo en odres viejos» cabe perfectamente en el pensamiento de jugadores que, como el citado  Bronstein y el caso que nos ocupa, Bent Larsen, investigaron y encontraron soluciones alternativas, ideas nuevas y esquemas no rutinarios que enriquecieron la práctica de nuestro juego.
Ex-Campeón Mundial Tigran Petrosian
La opinión de un artista: David Bronstein
Para cerrar con broche de oro leamos lo que dijo el sumo pontífice del Ajedrez creativo David Bronstein sobre Larsen: «Por qué los ajedrecistas actuales se acuerdan pocas veces de Larsen? Creo que porque su juego es imposible de clasificar e introducir en un ordenador como un producto semi-acabado. Sin embargo, esta es una vieja verdad: el auténtico Arte es imposible de copiar. Todavía hoy en día (1997), el estilo de Bent es inaccesible a los simples artesanos del tablero de Ajedrez. Muchas de sus partidas me atraían muchísimo: jugaba vigorosa, audaz y corriendo riesgos considerables.  Me gustan sus comentarios, ingeniosos, agudos. Y un reconocimiento, en particular, me reconforta el corazón: «un buen día creo que el Ajedrez será fundamentalmente un Arte; entonces situaré a Bronstein por encima de los demás». Por favor, disculpe, mi falta de modestia. Al fin y al cabo, cuando pienso que el Ajedrez es un Arte, yo también recuerdo antes que nada a Larsen».
David Bronstein: «cuando pienso queel Ajedrez es un Arte, yo también recuerdo antes que nada a Larsen».
Notas del autor: Eduardo Bermúdez Barrera, es Catedrático de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad del Atlántico, Barranquilla, Colombia. 
Es investigador y escritor de diferentes temas, entre ellos el Ajedrez.

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